Época: Cd8-2
Inicio: Año 1500
Fin: Año 1600

Antecedente:
Alemania

(C) Diego Suárez Quevedo



Comentario

Se da en el siglo XVI alemán un vasto florecimiento de la construcción burguesa, que eleva a tipo formal sencillos edificios de puntiagudas cubiertas, cuyas fachadas, siguiendo el modelo flamenco, adquieren un desarrollo en pirámide escalonada, que es estructurada por pisos o fajas superpuestas. En el fondo, no dejan de ser estructuras parietales, que van a recibir elementos de la ornamentación comentada, pero que se enmarcan dentro de las tendencias antiitalianas propiciadas por la Reforma, con una clara voluntad de fidelidad a las raíces nacional-populares que, asimismo, informan al deseo, ya comentado, de salvaguarda de los tejidos urbanos en su compacto organigrama.
El caso más llamativo sería el de la fachada de la Hexenbürgenmaisterhaus de Lemgo (1571) donde, además de hermes se disponen columnas corintias en sus diversos pisos, voluntariamente desviadas entre sí y nunca a eje, al tiempo que unas volutas semidesenrolladas flanquean lateralmente las fajas superiores. Siguiendo esta idea, se crea una tipología que ahora es simplemente remate de fachadas, en general, de cuerpos rectangulares que, a su vez, descansan sobre los Lauben o soportales a nivel de la calle o plaza. Ejemplo de este tipo de estructuras es el remate de la fachada Oeste de la Gewandhaus de Braunschweig (M. Klinge y B. Kircher, 1590), con sus correspondientes hermes; asimismo, se da en una serie de ayuntamientos o Rathaus de fines del siglo XVI e inicios del XVII, como son los de Schweinfurt, Leipzig, Celle, Lemgo, o el de Bremen, con triple remate de estas características.

Quizá más interesante es el caso de la iglesia de San Miguel de Munich (1583-1597), que se va a convertir en prototipo para otras iglesias jesuíticas ya del seiscientos, como las de Dilligen y Obermachtal. Lo mismo que en la arquitectura religiosa holandesa, pero aquí en la católica Baviera, frente al irracionalismo decorativo imperante, Müller y Sustris, arquitectos de San Miguel, reaccionan traduciendo en puros estilemas clasicistas una típica estructura gótica de la Alemania meridional -la Wandpfeiferkirchen o iglesias de pilar mural-, de lo que resulta un amplio espacio unitario, muy apto para la predicación, arma de batalla de la Compañía.